Arriba los Radioaficionados: Operadores de Radio Brindan Servicios de Emergencia a Residentes del Condado de Orange
Durante una catástrofe natural o un desastre provocado por el hombre, una buena comunicación es fundamental para la seguridad de todos. Afortunadamente, la Oficina de Administración de Emergencias del Gobierno del Condado de Orange garantiza que todos los residentes se mantengan informados. Una parte crucial de estas iniciativas son los radioaficionados, también conocidos como operadores de radio amateur, quienes incluso pueden comunicar si hay un corte en el suministro de la energía eléctrica.
Orange County Amateur Radio Emergency Communications (OCARES) es un grupo de voluntarios que ofrece comunicaciones de emergencia para el Condado de Orange y difunde eventos de servicios públicos como caminatas patrocinadas, excursiones en bicicletas y funciones benéficas. Los miembros pueden estar un fin de semana colaborando en un centro de evacuación y al siguiente fin de semana se los puede encontrar coordinando servicios de comunicaciones.
John Knott, un miembro de OCARES, define a este grupo como una red de voluntarios que solo desea ayudar a la comunidad.
"A la radioafición se la considera un pasatiempo, pero en una emergencia, es un compromiso con la seguridad pública", expresó Knott. "Servimos como último recurso defensivo cuando fracasan otras formas de comunicación durante fallas en la infraestructura".
Los radioaficionados voluntarios, como Knott, trabajan en el Centro de Operaciones de Emergencia del Condado de Orange durante el paso de huracanes. Estuvieron allí durante el paso de los huracanes Charley, Frances y Jeanne en 2004 y los huracanes Dennis, Katrina y Wilma en 2005. Hace poco, brindaron asistencia durante las amenazas del huracán Dorian y su labor fue decisiva durante los controles de salud y bienestar de las familias de Puerto Rico durante el Huracán María.
El miembro de OCARES, Michael Cauley, recuerda cuando se cortó la luz durante el Huracán Charley y una mujer embarazada dio a luz en uno de los refugios destinados en caso de huracán.
"Brindamos atención médica a través del uso de las comunicaciones de los radioaficionados", manifestó. "Nos reconforta cuando las personas se acercan a agradecernos tras el paso de una tormenta".
Hay alrededor de 800,000 operadores de radio aficionados en los Estados Unidos, y todos cuentan con la autorización de la Comisión Federal de Comunicaciones. A nivel local, dedican más de 5,600 horas de su tiempo ya sea para capacitar o prestar servicio a las agencias de servicios públicos durante diferentes eventos, los cuales sirven como entrenamientos para situaciones de emergencia.
"Dotar de personal a todos los refugios abiertos durante un huracán exige la presencia de una gran cantidad de operadores calificados, de modo que siempre estamos buscando voluntarios dedicados que desean ayudar a la comunidad", agregó Knott. "Dictamos clases de concesión de licencias para todos aquellos que realmente desean colaborar con sus conciudadanos que necesitan ayuda".
Leyenda de la foto: [Izq. a Der.] los radioaficionados John Knott y Michael Cauley en el Centro de Operaciones de Emergencia del Condado de Orange.